Virginia Gamba
Representante Especial del Secretario General para los Niños y los conflictos armados / ONU

El cuatro de marzo 2021 falleció el presidente de la Asociación Mutual de Protección Familiar, Sr. Alfredo Sigliano. Conocí a Alfredo gracias a mi madre, asociada a la Asociación Mutual de Protección Familiar, quien a su vez se acercó a la mutual a ofrecer apoyo solidario en momentos en que todos lo necesitábamos luego de la gran crisis económica y social del año 2001. Mi madre me llevó a la mutual y lo conocí a Alfredo.
Veinte años después, juntos hemos trabajado para educar al mundo sobre el mutualismo y como el mutualismo puede salvar al mundo. África, Europa, Estados Unidos, el continente americano, No hubo tierra que Alfredo no pisó llevando su mensaje esperanzador sobre el rol del mutualismo en la superación del hombre y en apoyo a la economía social y solidaria. Alfredo pensó un mundo diferente para los argentinos, primero, y para todo el resto después.
Como San Martín, supo que no bastaba con ayudar al propio, sino que había que ayudar al ajeno. Creó la Organización de Entidades Mutuales de las Américas primero y luego la Unión Mundial de Mutualidades. No hubo espacio internacional donde Alfredo no hablara: desde la OEA en Washington y el Banco Mundial, a la Organización Internacional del Trabajo en Ginebra y las Naciones Unidas en Nueva York. También alcanzó a África con su alianza con la Unión Africana de Mutuales basada en Marruecos lo que le valió una gran amistad con su presidente Abdelmoula Abdelmoumni. De allí sonaron juntos la Unión Mundial de Mutualidades y así nació entre Bruselas, Ginebra, Rabat, Lisboa y Buenos Aires la intención y la realización de ese sueño mundial.
La Asociación Mutual de Protección Familiar, así como la Asociación Mutual del Personal de Comunicaciones nunca se sintieron huérfanas de Alfredo: dedicó incansablemente su tiempo y energía a la defensa de sus asociados y del mutualismo argentino en general. Creció la oferta a los asociados en todo el país y se defendió a la economía social en ese espacio en forma constante y permanente.
Se dice que al hombre se lo juzga por su legado: Alfredo creó y dejó en pie a muchísimas organizaciones, pero las más emblemáticas como ser AMPF, AMPC, ODEMA y UMM son un testimonio al sueño y la garra de un solo hombre. Y no lo vamos a extrañar, porque todos estamos viviendo la realidad del sueño que el creó. Mientras nuestra realidad siga viva, Alfredo está allí, con nosotros, con todos nosotros. Y en cielo lo esperan nuestros colegas, compañeros y amigos que lo precedieron este año, Laurita y Abel, entre tantos otros seres queridos que, como él, honraron a Dios de la mejor manera que pudieron: ayudando en forma solidaria a todos los hombres y mujeres que pudieron.
Caminaba erguido como un cartero, tenía los ojos urgentes de un veinteañero, creativo y sereno como caballero renacentista, era amigo del pobre y del rico. Gallardo y peleador, partió hacia el sol como un águila guerrera.